martes, 3 de mayo de 2011

Friedrich Froebel

Friedrich Froebel


     Nació el 2 de abril de 1782 en Oberweissbach.

     Fue un autodidacta, pero pudo estudiar durante algún tiempo en las universidades de Jena, Gotinga y Berlín.

     Trabajó en diferentes ámbitos, como selvicultura, topografía o arquitectura antes de descubrir su verdadera vocación: la enseñanza.

     Llegó a ser profesor en la Escuela Modelo de Frankfurt, y desde 1806 hasta 1810 trabajó y estudió con el relevante reformador de la educación suiza Pestalozzi

     La carrera de profesor de Froebel se interrumpió de 1813 a 1815 para servir en la Armada Prusiana y trabajar como asistente en el Museo de Mineralogía de la Universidad de Berlín.

     En 1816, fundó en Griesheim una escuela llamada Instituto Universal de la Educación Alemana.

     En 1817, la trasladó a Kelhau, cerca de Rudolstadt, donde desarrolló ideas para la educación de los niños en edad preescolar de 3 a 7 años.

     Estas ideas culminaron cuando estableció la primera institución dedicada exclusivamente a la educación de los niños en  Blankenberg (Turingia), en 1837; para esta escuela acuñó el término "kindergarten", que significa "jardín de niños".

     Froebel es considerado uno de los más grandes innovadores de la ciencia de la educación en el siglo XIX.

     La institución del jardín de infancia sigue vigente en todo el mundo, lo que da muestra de la validez de sus propuestas.

     Entre los principales escritos de Froebel destacan Educación del hombre (1826), Juego de la madre y canciones de la institutriz (1843).

Propuesta pedagógica


     La educación ideal del hombre es, según Froebel, la que comienza desde la niñez.

     De ahí que él considerara el juego como el medio más adecuado para introducir a los niños al mundo de la cultura, la sociedad, la creatividad y el servicio a los demás, sin dejar de lado el aprecio y el cultivo de la naturaleza en un ambiente de amor y libertad.

     Además, para Froebel, la educación tenía la gran tarea de ayudar al hombre a conocerse a sí mismo y vivir en paz y unión con Dios.

     A esto lo denominó educación integral y se basaba en estos pensamientos debido a su profundo espíritu religioso, el cual quería manifestar al exterior: su unión con Dios, también se asienta en su fundamental unidad entre naturaleza, hombre y Dios, que configuran las coordenadas de desarrollo de especulación teológica-filosófica-educativa.


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