sábado, 26 de marzo de 2011

Francisco Ferrer y Guardia y la Escuela Moderna


     En primer lugar, hemos de remontarnos al año 1898 para comprender el contexto en el que empezó a florecer una nueva corriente de pensamiento pedagógico, que posteriormente recibiría la denominación de Escuela Moderna. En este año, España sufrió lo que se ha conocido como el "desastre del 98". El territorio español dejó de ser una potencia colonial y sus principales resultados fueron la independencia de Cuba y la pérdida, por parte de España, del resto de las colonias en Améria y Asia, cedidas a Estados Unidos, que se convertiría en la potencia colonial del momento. Nos encontramos ante un "período de luces y sombras", pues a pesar de la España pobre y analfabeta de la época (con más de un 60% de analfabetos), surgió un grupo de literatos conocidos como la "generación del 98" que permitieron el florecimiento de la Literatura española, por lo que este período fue denominado el "Siglo de Plata" de la Literatura española. También apareció la incuestionable figura de Ramón y Cajal que suscitó importantes avances en el campo de la Ciencia y de la Medicina. Estos movimientos de renovación cultural y social se transmitieron a las instituciones del momento, entre ellas las escuelas, que recibieron todos estos influjos innovadores.

     Francisco Ferrer y Guardia nació en 1859 y murió en 1909, por lo que fue contemporáneo de Dewey. Fue ajusticiado después de la Semana Trágica de Barcelona de 1909 al ser simpatizante anarquista e injustamente condenado por instigador de la misma. De ideología masónica, muy radical.

     Se formó en las primeras letras en una pequeña escuela de Alella en Barcelona, marcadamente católica, y en ella ya experimentó los rigores de los tradicionales y obsoletos métodos pedagógicos del director, el párroco de Alella. Los castigos severos basaban sus métodos de enseñanza. Por su experiencia personal, Ferrer define educación como "equivalente a domar, adiestrar y domesticar...".



     Pertenece al movimiento de la pedagogía racionalista (movimiento cultural europeo que aplica el método científico a otras disciplinas) y es el fundador de la floreciente Escuela Moderna a principios del S. XX en España y que fue truncada por su injusta condena. Posteriormente, su legado fue postergado como tantas otras innovaciones por la Guerra Civil española.

     Pero nos hacemos una pregunta, ¿qué se entiende realmente por Escuela Moderna? Ferrer y Guardia comenta de su propia escuela "para hacer las bases de la Escuela Moderna no tengo más que tomar lo contrario de lo que viví en mi infancia". Es decir, una escuela que fomente el antiautoritarismo.

     Ferrer y Guardia dio clase a la señorita Mounié, viuda acaudalada francesa, católica convencida. Pasado el tiempo, se hicieron íntimos amigos, convirtiéndose en su mecenas póstumo. Viajaron juntos por toda Europa, donde Ferrer entró en contacto con Pestalozzi, que conocía de forma directa a Dewey. De esta forma, Ferrer tuvo su primera toma de contacto con las innovaciones que se estaban introduciendo en el ámbito educativo. Cuando la señorita Mounié murió, toda su herencia pasó a manos de Ferrer, por lo que pudo fundar numerosas escuelas populares.

     Ferrer recomendaba la creación de escuelas laicas donde se impartiera una educación integral a los hijos de los trabajadores, por influencia de las corrientes laicistas escolares del S. XIX y de las ideas románticas del S. XVIII encabezadas por el pensamiento roussoniano.

     Los principios de la Escuela Moderna son los siguientes: enseñanza emancipadora, desprovista de prejuicios burgueses, religiosos y patrióticos. Mediante el uso de libros emancipadores basados en la ciencia positiva y al servicio de los mejores ideales sociales: libertad, igualdad y fraternidad, y que dio soporte a la pedagogía racionalista de 1909 a 1939 (final de la Guerra Civil).

     Las características de la Escuela Moderna son las siguientes:
  • Estima antipedagógica la memorización sumisa y pasiva. Creen en la memorización pero no con los adjetivos de sumisa y pasiva. Así, las teorías del aprendizaje significativo de Ausubel dan la razón a esta idea.
  • Defiende la enseñanza no autoritaria, sin castigos, premios, ni exámenes y con la participación e integración del alumno. Sus principios son razón, libertad, supresión de premios, castigos y exámenes, no autoritarismo y coeducación.
  • Considera el libro de texto como punto de apoyo para alumnos y maestros, más que como rígida programación de la actividad docente.
  • Considera la elaboración y exposición de trabajos prácticos por parte del alumnado como algo esencial para poner en práctica la materia desarrollada a lo largo del año.
  • Se trata de poner al alumnado en situación de recrear activamente los procesos elementales del saber, la observación, la investigación y el espíritu crítico, pues se pretende que el alumno sea capaz de utilizar todo su ser.
  • Requiere la libre actividad cooperadora del educando, el cual se constituye a su vez en educador de sus compañeros más jóvenes (menor). Dewey afirmaba que habia que provocar los intereses de los alumnos. Sin embargo los intereses cambian, por lo que lo que realmente debemos hacer es centrarnos en la propia actividad. Así, vemos como los alumnos se entregan completamente al juego debido a que están tan motivados con la actividad que no perciben el esfuerzo que están realizando.
  • El adulto, por su parte, no debe imponer al niño sus puntos de vista ni sus valores. La enseñanza debe adaptarse a la psicología del niño.
  • Para los racionalistas no hay mejor método que los juegos y las actividades manuales. Según Piaget y Wallon, durante el estadio de los 6 a los 12 años, el niño posee un pensamiento sincrético, muy concreto.
  • Aprenden a poner en común sus puntos de vista y experiencias personales, fomentándose la interacción y las relaciones sociales.
  • Participan a menudo en charlas, conferencias sobre temas de interés científico y social.
  • Organización de frecuentes excursiones al campo.
  • Defensa roussoniana de lo natural que se concretaba en una exaltación de lo no artificial.
  • Se propugnaba la coeducación y las colonias de verano.
  • Los contenidos de aprendizaje se pretende que sean inspirados y controlados por el quehacer científico-experimental.
  • Los contenidos no se ofrecían de forma aislada, inconexos, en compartimentos estancos, sino que se cuidaba en presentarlos de forma globalizada y estructurada.
  • Posición laica, lo que provocó las iras de los sectores más conservadores de la iglesia católica.
  • Tendencia al autodidactismo. El aprendizaje debía ser autónomo. El niño era capaz de aprender más gracias al contacto con los libros que escuchando al maestro. Sin embargo, esto contribuyó a un clima nada propicio para el aprendizaje metódico.
  • Resulta doloroso para el profesor porque se siente prescindible, pero esto indica que ha culminado su trabajo, dando a sus alumnos las herramientas adecuadas para resolver los problemas de la vida cotidiana de forma autónoma.
  • Exaltación de los valores de solidaridad en la clase, que persigue la justicia social como fin primordial.
  • Los sentimientos contribuyen a personalizar al individuo incluso más que la propia razón. Por ello, frente al "sentimiento domesticado", hay que devolver su valor a los instintos, a las pulsiones elementales y, en especial, a las pulsiones erótico-sexuales. Esto ha provocado numerosas críticas.
  • Al educando racionalista, se le presenta la consecución de la justicia social como objetivo primordial de su existencia.
  • Quiso ser una enseñanza materialista, desmitificadora y centrada en el niño.
  • Lo que realmente se necesita es una escuela donde se cultive sobre todo en el niño el sentimiento, que logre que cada niño sea un hombre con carácter capaz de saber traducir en actos su pensamiento, no hombres que piensan bien y obran mal.







    




     

jueves, 17 de marzo de 2011

"Cuando a una persona se la reconoce, crece"


     Saturnino de la Torre, catedrático de Didáctica e Innovación educativa en la Universidad de Barcelona, ha aprendido, como profesor, en los niveles educativos de Educación Primaria, EGB, BUP, FP, alternando estas enseñanzas con las universitarias. Su larga experiencia en la práctica docente le ha permitido vivir la gran dificultad de integrar la teoría pedagógica y la práctica educativa. Considera que el profesor ha de ser un profesional de la educación: innovador y creativo. Según Saturnino de la Torre, la creatividad y la innovación son procesos que se aprenden.
     Asegura que educar es sacar lo mejor de cada persona y que para aprender a vivir y a relacionarse nunca es tarde. En sus más de veinte años de docencia universitaria, ha profundizado en temas como la creatividad, la innovación, los estilos de aprender, el tratamiento didáctico de los errores... Ha dirigido programas de Doctorado sobre Innovación Curricular y Formación del Profesorado e intervenido en Congresos Nacionales e Internacionales con aportaciones sobre la creatividad, tema en el que ha destacado por sus numerosas publicaciones. Imparte una asignatura sobre creatividad aplicada, trabajando actualmente sobre la evaluación de la creatividad. Como vemos, toda su vida ha girado en torno a la innovación educativa, la creatividad y su estimulación.
     Durante su trayectoria como docente, de la Torre comprendió que es esencial infundir en el alumno confianza, es decir, transmitirle la idea de que creemos en sus posibilidades de mejora. Asegura que educar es sacar lo mejor de cada persona, pues cada alumno presenta alguna capacidad que le hace sobresalir entre el resto de sus compañeros y que el docente debe saber explotar al máximo. El niño, al sentirse plenamente seguro de sí mismo, se entrega completamente al aprendizaje con emoción, lo que facilita la tarea del docente. El niño comienza a aprender de forma natural y apasionada. El aprendizaje se realiza de forma global, no seccionada, como ya afirmaron los principales defensores de la Escuela Nueva. La vida cotidiana ha de ser introducida dentro de la escuela, pues no se puede impartir una lección al margen de la vida diaria. No hemos de olvidar que la escuela es la vida misma, no la preparación para la vida. 
     Debemos poner fin a la concepción del sistema escolar como una organización de segunda fila, estilo fábrica, que transmite información obsoleta de formas obsoletas, que anula de forma radical la capacidad creativa del niño, pues el sistema educativo actual está centrado y preocupado por "lo que es" y no sirve para diseñar "lo que puede ser". Sin embargo, en la actualidad, es necesario un cambio radical en el sistema educativo, que debe estar orientado a lo que puede ser. El currículo escolar ha de ser más flexible y adaptado a las necesidades e intereses de los alumnos. Debe valorar más las preguntas que las respuestas y la creatividad más que la memorización o la repetición mecánica de hechos, pues lo que hemos de desarrollar en los alumnos son competencias, conocimientos, habilidades, actitudes y valores, esto es, tenemos que educar al individuo en la totalidad de su ser. La función del docente no es enseñar, sino hacer que el alumno aprenda en todas las facetas de su vida. El alumno ha de ser capaz de saber hacer y de saber ser y a través de la educación seremos capaces de sacar lo mejor de cada persona.
     Somos conscientes de que nuestro sistema educativo es una conspiración para anular la creatividad. Sin embargo, sabemos que el 95% de los niños son creativos. Para que la capacidad creativa no caiga en el olvido con el transcurso de los años, debemos favorecer su expresión para que el alumno se sienta motivado y adecuarla a la edad del alumno. Generalmente, en la primera infancia se expresa a través de la fantasía; durante la edad escolar, en la aventura y en la incitación al descubrimiento; en la adolescencia, en los retos y en la juventud, en la búsqueda de las innovaciones y la proyección social. Esta capacidad tan fructífera no puede caer en el olvido con el paso de los años y ha  de ser desarrollada a lo largo de la vida mediante proyectos integradores, globalizados y motivantes.
     Ahora, el maestro ha de prepararse para un mundo en el que el valor surge de la iniciativa individual y de la creatividad.
     Esta entrevista es muy útil para los docentes puesto que propone la reflexión sobre lo que se está haciendo en clase y lo que se debería hacer, desarrollando nuestro juicio crítico. Además, sugiere muchas técnicas que podemos aplicar con los alumnos para desarrollar al máximo su capacidad creativa.
     Se ha escrito mucho sobre creatividad, pero debemos pasar del pensamiento a la acción. Mediante el proceso educativo depuramos el diamante de la creatividad que todo ser humano lleva en su interior. Como conclusión, remarcar que la educación ayuda a la persona a aprender a ser lo que es capaz de ser.



sábado, 5 de marzo de 2011

Programa educativo de la Escuela Nueva

     En primer lugar, hemos de aclarar que no podemos hablar de la Escuela Nueva como un movimiento unitario. Los autores que aportaron sus ideas revolucionarias para poner fin a la Escuela Tradicional procedían de diversos ámbitos de la Europa de la época, pero su finalidad era común: el paso revolucionario de la Escuela Tradicional o Pasiva a la Escuela Nueva o Activa.

     En 1921 se organizó en Calais la Liga Internacional de la Escuela Nueva. La finalidad de esta reunión fue la elaboración de un programa educativo propio de este movimiento, al que se podía suscribir cualquier escuela. En Europa se puso fin a la I Guerra Mundial, iniciándose un período de recuperación económica y cultural conocido como "los maravillosos años 20" que culminaron con el mayor desastre bursátil de la Historia, el crack de la Bolsa de Nueva York en el año 1929. Fueron los años de Oro de la Ciencia debido a los grandes descubrimientos realizados en el campo de la Medicina.

     Los principios impuestos en el Programa educativo de la Escuela Nueva son los siguientes:
  • Defensa de la escuela laica frente a las escuelas religiosas y confesionales que practicaban la enseñanza tradicional.
  • Defensa de la escuela pública con la finalidad de acoger a todos los alumnos. Se empieza a hablar de la necesidad de heterogeneidad en las aulas.
  • La escuela pública debe ser entendida como un Laboratorio de educación experimental. Se empieza a tomar conciencia de que los alumnos aprenden mejor a través de la experiencia y la manipulación. Se deja a un lado la mera transmisión de conocimientos obsoletos y se empieza a aprender mediante la práctica activa, esto es, "se aprende haciendo".
  • Se fomenta el trabajo "libre" y en equipo. Este principio denota la clara influencia de Rousseau. Afirman que la enseñanza se puede y se debe diversificar mediante el uso de otras estrategias al margen del método expositivo tradicional.
  • Se distribuye a los alumnos en grupos. Así se empieza a introducir el sistema de grado con el criterio de edad.
  • Las escuelas deben estar cerca de las ciudades y de los lugares de producción. Se toma conciencia de la problemática de los hijos de los obreros. Se pone fin a los internados de los conventos religiosos y aparecen los semi-internados por la consideración del entorno familiar como la base educativa del infante. 
  • Se practica la coeducación. Se da mucha importancia a la igualdad de oportunidades.
  • Se desarrolla la actividad físico-deportiva, de acuerdo con el lema "Mens sana in corpore sano". La actividad físico-deportiva se introduce como elemento curricular novedoso en las escuelas con la misma validez que las disciplinas tradicionales: Literatura, Filosofía, Latín, Griego... Se recupera un elemento grecolatino, el gimnasio.
  • Se introduce el juego como elemento básico del aprendizaje intuitivo.
  • Se cultiva la música, el canto y la danza como disciplinas facilitadoras del aprendizaje.
  • Se realizan excursiones, campamentos, colonias de verano... como elemento didáctico. Freinet inventó el paseo didáctico.
  • Se concede especial importancia a los trabajos manuales y se incluyen los talleres en el aula, desde donde se podían trabajar otras materias.
  • Se potencia la conciencia moral y los deberes cívicos, como consecuencia de la defensa férrea de la escuela laica, que no debía ser considerada como una escuela amoral o sin normas.
  • Utiliza lo menos posible premios y castigos. En la escuela tradicional estaba permitido el castigo físico. La Escuela Nueva busca evitar la competición y el uso de otras estrategias para modelar la conducta.
  • Se rechaza el intelectualismo. En la enseñanza tradicional, el saber estaba contenido en libros (La Enciclopedia) y en el maestro. En la enseñanza nueva, el niño es el portador del conocimiento y sobre él se ha de actuar. El infante aprende de forma natural y activa, manipulando, experimentando, haciendo.
  • La vida cotidiana se introduce dentro de la escuela. Afirman que no se puede impartir una lección al margen de la vida diaria. "La escuela es la vida, no la preparación para la vida".
  • La enseñanza se centra en las necesidades que tiene el niño, partiendo de los centros de interés.
  • Paidocentrismo: el niño es el centro del aprendizaje.
  • La escuela debe ser activa. Se aprende haciendo, manipulando, experimentando..."LEARNING FOR DOING". Los maestros deben ayudar a los estudiantes a mejorar en lo que hacen. El aprendizaje ha de ser significativo, divertido y ameno para el infante. Sin embargo, la problemática principal de las escuelas es que no están al tanto de cómo enseñar.
  • Implica adaptación y flexibilidad del currículo.
  • Implica libertad en el proceso de enseñanza y aprendizaje.
  • Autonomía.
  • Autoactividad.
     Los principios rectores impuestos en el Programa educativo de la Escuela Nueva son los siguientes:

  • Individualización de la enseñanza. Se desarrollaron novedosas metodologías de trabajo que implicaban planes para fomentar la individualización de la enseñanza con la finalidad de que los estudiantes alcanzaran el máximo de sus posibilidades. Los más destacados fueron los siguientes: Winnetka ("la didáctica debe asumir la división del programa en porciones cronológico-mentales que ayuden al niño en su proceso de autoaprendizaje"), el Plan Trinidad y el Plan Dalton (método de laboratorio escolar basado en la libertad u organización del trabajo escolar por el propio alumno sobre la base de la elección de la tarea, en cooperación o socialización y en la individualidad a partir de la satisfacción de las necesidades y aspiraciones de los alumnos).
  • Socialización. Se introduce el trabajo en grupo, que implica el desarrollo de la autonomía del alumno. Los máximos representantes fueron Cousinet (trabajo "libre" por grupos) y Freinet (principio de cooperación). El Método de Proyectos parte del principio pedagógico de "para la vida, por la vida" y requería que todas las actividades llevadas a cabo por los alumnos tuvieran significado vital y propósito intencionado. Los alumnos debían aprender elaborando proyectos sobre los problemas sociales que poseían una aplicación práctica inmediata.
  • Autoeducación. El aprendizaje es natural. El niño aprende por imitación. Las máximas representantes fueron María Montessori ("el alumnado es el único protagonista de la educación. Es imprescindible la conexión entre la familia y la escuela") y las Hermanas Agazzi ("preparar para vivir").
  • Globalización. Se basa en los principios de la Gestalt. Los principales representantes fueron Demolins, Decroly ("los niños aprenden de forma global, no de forma seccionada") y Morrison (creador de las primeras Unidades Didácticas, que partían del centro de interés del niño).